
«Los protocolos aplicados por nuestra federación deportiva en las pruebas presenciales, no garantizan el riesgo cero de contagio, propagación de la pandemia y sus terribles consecuencias. Somos conscientes, y así nos lo habéis trasladado, de la ilusión que muchas y muchos tenéis por regresar a los tableros. Y es posible que en nuestras fechas de julio empecemos a ver la luz al final del túnel, así lo deseamos, pero mientras la seguridad no sea una realidad, no podemos asumir la carga de responsabilidad, directa o indirecta, de acciones que puedan derivar en la pérdida de vidas humanas. Como actividad no esencial, creemos es un ejercicio de responsabilidad para con nuestra sociedad, posponer la organización de nuestro torneo en su modalidad presencial.»
Mi opinión:
- Cada organizador es el que debe valorar la responsabilidad que asume y por supuesto hay que respetarlo.
- Fui muy crítico el año pasado con el protocolo FEDA por varios motivos:
a) Me parecía que tenía muchas lagunas en el diseño e incluso fallos graves como no dar las mascarillas en bolsa individual («de mano en mano»…).
b) Su aplicación y control fue un desastre (nos vendían fotos perfectas y maravillosas y en los vídeos veíamos de todo…).
«¿A quién va usted a creer, a mí ,o a sus propios ojos?» Groucho Marx. (esta frase se puede aplicar al 99% de lo que nos dice la FEDA).
Gracias a mis comentarios, criticas y sugerencias, se extremó el control y se redujo el riesgo. Porque al final se trata de eso, de lograr que la FEDA reaccione y mejore, y eso no se va a conseguir con una asamblea dócil y «el miedo a no salir en la foto» sino se alaba y glorifica.
Pero de nuevo…
Espero poder jugar el Open de Pontevedra en verano de 2022.